Cristian C. Bellot | (Micro)Relato X: Tren a ninguna parte
16274
single,single-post,postid-16274,single-format-standard,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode-theme-ver-10.0,wpb-js-composer js-comp-ver-4.12,vc_responsive
m010_derek-story_v2

(Micro)Relato X: Tren a ninguna parte

El paso del tiempo no había sido benévolo con el vagón varado entre vegetación. El óxido del metal, la podredumbre de la madera y de los tejidos recordaban la ostentosidad que había emanado al mundo para exhibir su clase social. Recordaban las restricciones para unos y libertades para otros. La separación, la injusticia y también la ignorancia por voluntad propia. El lujo descompuesto no había conseguido eliminar la sensación de que se hallaba fuera de lugar, de que se había infiltrado en un mundo prohibido que ansiaba expulsarle.

Rozó con el dorso de la mano la barra del bar, acarició la madera muerta que se resistía a desaparecer. El cosquilleo que sentía entumeciéndole los dedos se transformó en destellos del pasado. Chispazos de una vida anterior a él. Y una atracción creciendo en su interior. Un impulso irresistible le impelió a situar ambas manos sobre la madera.

Se transportó al ayer. A la música, al alcohol sin límite, a la lujuria desenfrenada sin arrepentimiento, a un espacio que solo miraba hacia su interior. Los acompañó en un viaje hace tiempo terminado. Un espectro del presente. Un fantasma vivo. Una imagen sin imagen.

Se giraron todos hacia él, le miraron sin ojos. Y le expulsaron a su tiempo, a su lugar.

El tren no se detuvo, lo encerró en su olvido. Siguió avanzando sin guía por una vía sin sentido.

Photo by Derek Story on Unsplash

Sin comentarios

Publica un comentario